QUISIERA SER SELVA, INTRANSITABLE, INCÓGNITA…”

No deseo ser visible por el mundo. Así, lo más coherente será devenir mundo. Oscurecer las lindes de los campos y llover sobre toda cartografía. Inflar la corteza de mis árboles apretando el aire entre ellos, disipar estas huellas para siempre, dormitar en la espesura de lo ignoto.

Deseo florecer en mitad de la noche, cuando la Tierra es cielo y viceversa. Rasgar el suelo verde y bombear la fluorescencia de mis órganos.

Christian Villamide da cuenta de los procesos de especulación y dominación que ejercemos sistemáticamente desde el siglo XVI sobre el entorno.

Transformamos la geometría natural, territorializamos el paisaje, burocratizamos la tierra, que en un mundo hiperactivo anhela reconocer su frondosa intimidad. Pasando las páginas de este libro recorremos las fibras y raíces que entretejen lo que denominamos “natural y artificial”.

Mario Guixeras